Estimados lectores:
El día de hoy regreso a mis raíces
lectoras, a mi zona de confort, a mi sopita caliente en un día lluvioso y eso
es el romance literario, más conocido la década pasada como el chick-lit.
Posiblemente el término no sea el más
adecuado para estas épocas feministas y de girl power, pero no encuentro otro
término que describa de maneras más fiel a este tipo de libros que no son
romance de dramas, sino romances de finales felices, de esos que sabemos de
inicio que terminarán bien, pero que aún así nos tienen pegados a las páginas
sin poder detenernos porque queremos leer lo bonito del romance sin tanto sufrimiento.
En términos modernos, quizás sea más apropiado llamarle new-adult, pero me
desvío del tema.
En esta historia vemos como Piper, una influencer
por como la veamos, después de un rompimiento decide hacer una fiesta loca que
termina con ella tras las barras de la prisión.
Su padrastro decide “castigarla” con una
vida real, dándole un presupuesto limitado para ir y vivir tres meses por su
cuenta en el pueblo pesquero donde nació su difunto padre. Su hermana Hannah
decide acompañarla y empieza una aventura por descubrir sus raíces.
Este libro me encantó por varias cosas,
que es que vemos a una chica que es abierta con su propia superficialidad, no
duda en mostrar sus inseguridades y es de lo que sus parejas pasajeras han
aprovechado para hacer y deshacer a su antojo.
También es sano aceptar que me encantó a
pesar de otras cosas, como el insta-love de Brendan hacia Piper, que la verdad
es que me resultó enamoramiento muy rápido, pero tampoco resulta increíble.
Brendan, como interés romántico me pareció muy bueno, pero sus puntos de vista
me parecieron bastante fabricados para crear a este “hombre ideal” enamorado
perdidamente de Piper, algo que no resulta tan creíble, si bien entretenido de
leer, así que lo acepto.
Me gustó que mostraran ese crecimiento
personal en Piper, que fuera gradual el despertar emocional en sus sentimientos
hacia Brendan, y que esa disposición de hacer un cambio radical de vida
resultara difícil —los hábitos son muy difíciles de cambiar, como todos los que
hemos estado a dieta podemos atestiguar—, y que incluso dudara de sí misma y de
lo que quería. Todo eso la convirtió en un personaje muy fácil de amar.
Peeero peeero, por más que amé a Piper,
me encantó el romance y me mega fascinó todo el libro, mi personaje favorito fue
Hannah, la hermana menor de las Bellinger, así que como podrán imaginar, me fui
volando al librero a sacar la segunda parte de esta bilogía, que ya estaba
esperando desde hacía unos meses.
“Sucedió un verano” es un libro que
rescató mi lado romántico más cute, aunque sí tiene escenas +18, y que
me dejó de muy buen humor por su ligereza.
Una serie que es perfecta para todos los
amantes de la novela romántica y que seguramente les dejará corazoncitos en los
ojos.
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