Marcus, un niño solitario, sin madre y alejado de su padre, es enviado a una exclusiva escuela como pupilo. Allí conoce a Daniel Smythe-Smith, quien enseguida lo adopta como amigo y lo invita a formar parte de su bulliciosa familia, de la que forma parte Honoria, su hermana menor, una niña muy molesta que no se separa nunca de ellos. Años más tarde, cuando Daniel tiene que huir a causa de un duelo, Marcus se compromete a cuidar de Honoria y, específicamente, a filtrar a todos esos hombres que, atraídos por su belleza y su fortuna, no dejan de hacerle propuestas de matrimonio. Honoria se siente irritada por las intromisiones de Marcus, en especial porque su antiguo compañero de juegos se ha convertido en un joven de lo más interesante. Y cuando por fin encuentra a un pretendiente que le parece aceptable, deberá debatirse entre lo que la sociedad le dicta y lo que su corazón le exige...
Estimados
lectores:
Perdónenme si
ando en modo romántico desde hace unas semanas, pero con lo ajetreada que ha
estado mi vida últimamente, semibloqueos lectores y otros temas, he necesitado regresar a este mi género de confort para no
perder (más) el ritmo de lectura, así que, nuevamente les traigo un
libro de la grande de las novelas románticas de época con un toquecillo
moderno, Julia Quinn.
Como sabrán, en
este blog hemos pasado por la fiebre de los Bridgerton, de los Rokesby, y ahora
toca del famoso cuarteto de las Smythe-Smith, historias en las que conoceremos a
fondo a estas chicas de las que habíamos escuchado en las otras series de Julia
Quinn por ser famosamente malas en sus noches musicales.
Empezamos con Honoria, una chica muy linda y con buena disposición,
que se toma con honor (valga el juego de palabras) la noche musical de su
familia, no la repudia como sus primas, sino que se enorgullece en participar
en esta ensordecedora tradición. La adora tanto como adoraba a Marcus, el mejor amigo de su hermano, al que llega a
repudiar por ratos. La vida de Honoria se ve bastante afectada cuando su
hermano tiene que huir del país y se pierde sus primeras temporadas en Londres
por el escándalo, pero está lista a recuperar el tiempo perdido.
Es en esta
aventura cuando se reencuentra con Marcus, un guapo,
pero atemorizante caballero que se propone a complicarle un poco la vida
para protegerla, y luego se la complica sin tener la intención, que no siempre
es algo malo…
Algo curioso me
pasó con esta serie. Solo tengo, hasta ahorita, el primer libro y el tercero, y
estaba segura (SEGURA, LES DIGO) de que este era el tercero. Así que comencé
con el otro, La suma de todos los besos, y en
cierto momento leí un minispoiler chiquitito que mencionaba a Honoria y me hizo
click. Después de una rápida búsqueda en Google me percaté de mi error y lo
rectifiqué, dejando aquel para después y comenzando con este de nuevo.
La parte buena
de esto es que tenía más contexto respecto al duelo y a la huida del hermano de
Honoria, pero eso se los platico cuando reseñe el tercero. Disculpen que me
vaya por las ramas.
Ya arrancando, Honoria me cayó bien. Es positiva,
ingeniosa y con unas ocurrencias bastante desatinadas, pero que me
sacaron unas buenas sonrisas, lo que siempre es bueno.
Es un slow-burn bien pausado, pero que sabe justo como
dejar el hilo en lo más delgado hasta que crees que pierdes el interés y ¡PUM! De nuevo un coqueteo, un beso por aquí, una
confesión por allá y de nuevo, enganchada. Esto no sé si les suene bien o no,
pero a mí me fascinó.
El romance de estos dos es de aquellos en los que tardan en
darse cuenta de lo que sienten el uno por el otro, y cuando por fin se lo
admiten, se va con todo.
La historia de
Marcus ofrece mucho contexto y profundidad,
porque fue un niño solitario y un poco abandonado por sus padres y encuentra
una familia en la de los Smythe-Smith, que es cariñosa y funcional, todo lo
contrario a la suya. Por el otro lado, Honoria ha vivido protegida por su
familia, pero no duda en salir al rescate cuando Marcus la necesita (quiera o
no quiera su ayuda).
Debo decir que me gustó mucho leer esta historia, me encantó conocer
este nuevo universo de Julia Quinn, y se me hizo una lectura ligera y preciosa
que es perfecta para el fin de semana.
FINALES FELICES, VENGAN A MÍ.
Pero ya,
seriamente hablando, es un libro perfecto para desconectar, para enamorarnos y
para pasar un fin de semana perfecto, casi como un
chocolate caliente hecho libro.
¡Se los
recomiendo! En especial para los amantes de los libros
de Julia Quinn o romances de época con un toque sexi.
¡Hasta pronto!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario