Marioneta nos sumerge en la historia de un joven titiritero que, inducido por un amor idílico, cae presa de una esquizofrenia paranoide y deja de lado el mundo real, se vuelve incapaz de notar que las fantasías que se han apoderado de él lo han transformado en el protagonista de un espectáculo de títeres absolutamente macabro.
Estimados
lectores:
El día de hoy
les traigo un relato corto que logró capturar mi atención desde la portada, y
es por la temática tan diferente que aborda.
Las
enfermedades mentales siempre han traído un gran estigma consigo, pero también
han inspirado grandes historias; un caso que me viene a la mente es el de la
película Split, en el que se exploran las múltiples personalidades de una forma
extrema. Obviamente, la realidad es una cosa menos glamurosa, pero mucho más
cruda y humana.
Y este tema es
el que aborda el relato de ficción de Abel Vílchez, que en poco más de 80
páginas nos deja completamente prendados del libro, ya que tiene una forma
bastante original de ir contando la historia.
Al ser una
historia corta, el desarrollo de la ambientación es limitado, pero también nos
fuerza a centrarnos en los pocos personajes que conocemos, específicamente en
nuestro protagonista, Elías.
Elías es un
chico que por fuera parece normal; se intuye que es atractivo, ya que no tiene
problemas en conseguir una cita, tiene un mejor amigo, un negocio propio… fuera
de que es reservado, no existe nada que pueda indicarnos que hay algo dentro
que lo carcome, y es que el protagonista de este libro sufre de alucinaciones
visuales auditivas, que a veces lo atormentan y otras, lo acompañan.
Todo el actuar
de Elías está marcado por estas apariciones, ya sea para bien, o para mal, por
lo que entendemos que Elías no se pertenece a sí mismo, es un títere manejado por las macabras fabricaciones de su mente. Es esta soledad y aislamiento
autoimpuesto lo que quizás ha prevenido que busque un tratamiento, pero ese es
otro tema.
Esta historia
es un thriller y el suspenso es lo que nos tiene enganchados mientras leemos; algunas
partes las leí con una mano permanentemente en la boca, pero es justo el
propósito que se percibe de la historia, el sacudirnos con la crudeza de la
situación, el dejarnos con la esperanza de una mejor resolución, pero la
realidad suele ser más dura, en especial si hablamos de una enfermedad tan
complicada como la de Elías.
Este libro me
dejó con los pelos de punta y la piel de gallina, pero no puedo negar que disfruté
leyéndolo. La obsesión con Helena, la idea enfermiza de que necesita hacer todo
lo que aquella chica imaginaria le dicta, lo fácil que pasa desapercibido
Elías, sin que ni siquiera su mejor amigo pueda detectar… todo contribuyó a que
la historia sea muy interesante.
Una historia
corta que se lee fácil, que no se entretiene en adornos, pero que lo compensa
con un ritmo trepidante que garantiza emociones fuertes.
¡Hasta pronto!
Hola!
ResponderBorrarQué libro tan curioso. Parece muy interesante. Me gustaría saber si escribe sobre los problemas de esta enfermedad o si solo se centra en la historia. Creo que es súper difícil hablar de estos temas y si el autor consigue concienciar y enseñar a la gente con una historia entretenida entonces es todo un 10!
Gracias por la reseña :)
Besos