Estimados lectores:
El día de hoy les traigo un libro
infantil que aborda el tema de la diversidad, transmitiendo
perfectamente el mensaje únicamente con imágenes y sin texto.
A veces creemos que para que un niño aprenda
algo hay que decírselo directamente, pero lo cierto es que
los niños son esponjitas visuales que van absorbiendo todo lo que está a
su alrededor, de lo más importante, lo que ven de sus padres, de lo que hablan
y comentan y pronto se encontrarán repitiendo sus propias palabras, ya sea para
bien o para mal.
Pero si se encuentran leyendo esta reseña,
creo que se encuentran preocupados por dar el mensaje correcto a sus hijos, así
que vámonos al tema.
El libro trata de un niño que es muy muy
feliz con su papá: se ríen, juegan y se la pasan en
grande en su vida diaria. Sin embargo, el papá tiene una peculiaridad y
es que viste con ropa llamativa y estereotípicamente
femenina (rosada, con flores y tacones). Esto nunca le había importado
al pequeño, hasta que (se asume) es lo suficientemente grande para notar que la
gente mira feo a su papá.
Como niño que es, esconde la ropa femenina
de papá, pero pronto se da cuenta de que vistiendo traje y corbata es absolutamente infeliz.
Esta historia tiene dos ángulos y creo
que ambos son importantes. Por un lado, el pequeño se ve influenciado por las obvias
críticas de la gente que está en la calle y no conoce a su papá, y aprende que sus opiniones no deben importarle tanto.
Por otro lado, es obvio para los adultos que tomamos este libro que el papá
podía conseguirse otra ropa que le gustara, pero no quería ser una causa de vergüenza
o molestia para su hijo, así que deja que él mismo
intuya que vestirse de esa forma lo hacía feliz.
Hay mucha mucha desinformación desde generaciones
atrás acerca de la diversidad sexual y de género. Yo misma aún no comprendo muy
bien todo lo que implica, porque no he sido cercana a alguien que pase esto,
pero lo que me queda claro, y siempre querré que mis hijos practiquen, es que la gente merece ser feliz. Si esto es vistiéndose de
forma atípica para su género, o aman a alguien de su mismo sexo, la gente debería ser libre para hacer lo que les haga
sentir felices, mientras haya pleno consentimiento entre las partes y no
se transgredan los derechos de los demás.
En este sentido, el libro de Valeria Gallo me
parece de lo más bello del mundo, y no solo por sus preciosas ilustraciones que
siempre da mucho gusto ver, sino porque fue capaz de transmitirnos todo, absolutamente
todo el mensaje, sin palabras. Y esto habla no solo de su
gran habilidad como ilustradora, sino de que logra con ellas contar historias,
transmitir emociones y dejar un mensaje duradero en la mente de nuestros
pequeños.
Como sociedad, todavía tenemos un largo
camino por recorrer en la cuestión de tolerancia, diversidad y aceptación, pero
nosotros como padres, tíos y seres humanos en general, tenemos
la gran responsabilidad de predicar con el ejemplo y darles este mensaje
de amor a nuestros pequeños.
Les recomiendo mucho este libro a todos,
creo que debe formar parte de una biblioteca
infantil diversa e integral.
¡Hasta pronto!
¡Hoooola!
ResponderBorrarPues parece muy chulo el librito, desde luego genial para los más pequeños de la casa, y es totalmente cierto que al final las imágenes transmiten muchísimo.
¡besos!