Estimados lectores:
El día de hoy les traigo la tercera parte
de la serie de Kerri Maniscalco, que empezó con «A la caza de Jack el destripador»
y «A la caza del príncipe Drácula».
Los eventos del libro pasado llevan a Audrey
Rose y Thomas Cresswell a un viaje en el trasatlántico con dirección a Estados
Unidos. Tienen una misión clara al llegar, que es investigar una serie de
asesinatos que se han suscitado en el continente americano, pero no se esperan
que en el trayecto también tendrán que trabajar a marchas forzadas para evitar
otras muertes.
Este libro fue un torbellino de
emociones. No solo tenemos la investigación que nuestros protagonistas (#Cressworth
en redes, si les gusta el shippeo) llevan a cabo, sino que su propia relación sentimental
se está tambaleando ante la aparición del carismático maestro de ceremonias del
espectáculo del barco, llamado Carnaval Luz de Luna.
El misterioso Mephistopheles es elegante,
seductor y muy atractivo; trae a todas las damas del barco abanicándose del
bochorno en su presencia. Debo confesar que no esperaba que una de ellas sea
Audrey Rose, pero durante toda la lectura vacila entre la atracción que siente
por él y los fuertes sentimientos que la atan a Thomas.
Este tipo de cuestiones no me agradan,
pues mi shippeo es leal a una sola pareja, aunque entiendo que la intención de
la autora es hacer un poco más humana a nuestra protagonista, de dotarle de un defecto
que nos haga querer abofetearla durante todo el libro. Aunque esto me haya
causado un poco de incomodidad, siento que enriqueció bastante la historia y le
brindó carácter al personaje de Audrey Rose. No podía ser completamente
perfecta, ¿no creen?
Por la parte del misterio, el título
puede darnos un poco de la trama principal, ya que Houdini no aparece tanto
como me hubiera gustado; en su lugar, se vuelve un personaje secundario más, un
sospechoso, por supuesto, y una parte importante en una de las subtramas de la
historia, pero no adquirió el protagonismo que hubiera esperado.
Disfruté bastante la lectura desde el inicio, tanto el misterio de los asesinatos como la relación de Audrey Rose con Thomas me traían en vilo, así que devoré este libro en pocos días y me quedé con muchas ganas de leer el cuarto libro y que será el que cierre la historia.
Como siempre, Kerri Maniscalco nos regala
con una declaratoria al final de sus libertades creativas, aclarando punto por
punto lo que modificó para ajustarse a la historia, lo que agradezco muchísimo.
En resumidas cuentas, aunque no fue mi
favorito de la serie, disfruté mucho este libro y lo recomendaría mucho a los fanáticos
de Audrey Rose. Si aún no leen la serie, váyanse a la reseña del primer libro
para que se den una idea.
¡Hasta pronto!♥
No hay comentarios.:
Publicar un comentario