Un día, en la escuela, Duncan encontró un montón de cartas para él. Eran sus crayones que, molestos por el trato que recibían, decidieron escribir cartas como ultimátum para Duncan. Crayón Beige está cansado de ser el segundón de Crayón Café Crayón Negro quiere ser usado para algo más que los contornos y el Naranja y el Amarillo ya no se hablan por que cada uno cree que es el verdadero color del sol. El pobre Duncan sólo quería que sus crayones fueran felices. ¿Qué podrá hacer para tenerlos de vuelta
Estimados lectores:
El día de hoy les comparto este bello
libro infantil que me llegó del Fondo de Cultura Económica y que tiene una
temática sencilla y divertida, con ilustraciones de Oliver Jeffers, que siempre
me alegran el día.
Duncan es un niño que gusta mucho de
dibujar y colorear, hasta que, un día, sus crayones desaparecen y, en su lugar,
encuentra un paquete de cartas que ellos mismos le han escrito.
Me pareció un libro muy bonito, aunque sin
un mensaje en particular que transmitir, más que ayudar a los pequeños a
acercarse a los libros con una temática divertida y un poco absurda, pero seguramente
muy cercana a ellos.
Este libro es para los más pequeños de la
casa, siendo ideal para los niños de dos a seis años, pues son los que tienen
muy activa la imaginación y usualmente se encuentran en esa etapa en la que han
descubierto la magia de colorear.
Mi experiencia con este libro fue
bastante positiva, pues mi hijo de tres años recién ha encontrado el gusto
a sus crayones, y también se encuentra en medio de una explosión imaginativa, y
este tipo de historias ha hecho que pueda divertirse jugando a que sus crayones
están vivos. (Punto positivo: cuida más a sus crayones; punto negativo: tarda
más en hacer su tarea.)
Las ilustraciones de Jeffers, como siempre, son bastante expresivas con pocas líneas, así que los gestos de molestia, fastidio y sufrimiento de los crayones son perfectamente transmitidos a los pequeños.
Adicionalmente, encontré un beneficio
en el manejo de emociones y empatía, ya que los crayones tienen
sentimientos y los expresan a Duncan, y vemos una gama de emociones en ellos, que
puede resultar bastante transferible a los pequeños y sus compañeros. Quizás
sea una idea mía, pero recuerden que nosotros como padres seremos las guías para
extraer todos los mensajes (positivos) que podamos de una historia.
¿Lo recomiendo? ¡Por supuesto!
Mi pequeño no sabe leer aún, pero me pide leerlo pues le parece curioso que los
crayones puedan hablar, y para mí esto es una gran ganancia. Me había costado
que conecte con los libros tan fácilmente como su hermana (que ya tiene siete
años), pero un esfuerzo en conjunto ha logrado reestablecer el hábito de leer
antes de dormir, y este ha resultado uno de sus favoritos.
¿Ustedes leen antes de dormir a sus
pequeños?
¡Hola! Me lo apunto para los regalos de Navidad. Estoy segura de que a mis sobrinos les encantará.
ResponderBorrar¡Nos leemos!
¡Hola!
ResponderBorrarMe parece perfecto como regalo de Navidad, gracias.
Besos♥