Los últimos días de Gilabertus muestran la eterna lucha del artista por transcender a su existencia. Iglesia, nobles, cátaros, templarios, gente humilde, se entremezclan en un vivo retrato de la sociedad medieval. Vida y muerte se dan la mano a lo largo del libro y nos transportan a un mundo diferente, cercano y fascinante. ¿Quién mató a Gilabertus? Quizá eso sea lo menos importante...
Estimados
lectores:
El día de hoy
les traigo una novela histórica que nos transporta al siglo XII para conocer el
entorno en el que se desenvolvía el escultor Gilabertus de Toulouse.
Ya que este
personaje era desconocido para mí, me di a la tarea de investigar un poquito
acerca de él, y la verdad es que existe poca información acerca de su vida. Era
un maestro escultor, que administraba un taller en Toulouse, ciudad francesa,
pero que se trasladó a Cataluña para distintos encargos.
La Virgen del Claustro de la catedral de Santa María de Solsona |
Sus obras más reconocidas son La Virgen del Claustro de la catedral de Santa María de Solsona, así como varios capiteles, dentro del que se encuentra el de La muerte de San Juan Bautista. Fue el primer escultor de la época en firmar sus obras.
«Gilabertus, que no era un desconocido, me ha esculpido», particular leyenda con la que firmó otra de sus obras.
Ya armada con esta pizca de conocimiento, me sumergí en «La muerte de Gilabertus», que arranca con una peculiar y cruda escena en la que el protagonista que da nombre a esta novela hace su primera aparición.
De ahí, el
relato se va entremezclando con descripciones particulares de la vida cotidiana
de la época, compartiendo con los lectores críticas y comentarios de la
religión, creencias y el papel de la mujer mientras vamos avanzando. De igual
forma conocemos aspectos más mundanos de la vida en el Castillo de Pons, que
también resultan interesantes.
El libro se
divide en 7 partes, 7 jornadas o días consecutivos en los que irá progresando
la historia de Gilabertus, aunque no se limita a esto, sino que también conoceremos
a otros personajes que residían en el pueblo de Pons, lo que enriquece
bastante la historia.
La novela
histórica nunca ha sido mi fuerte, debo admitirlo. Pero en este caso, me ayudó
mucho el estilo de narración del autor en esos momentos en que nos
salimos del relato principal, ya que no nos comparte datos de manera fría como
un libro de escuela, sino que tiene un estilo relajado, como si en una plática
informal nos contara de manera amena el contexto cultural que se vivía en esos
tiempos. Me agradó mucho.
Capitel de Gilabertus de Toulouse Muerte de San Juan Bautista |
Sin embargo,
me enganché bastante en la parte de los relatos que hacen algunos de los personajes
y fue esa alternancia con la información que les comenté en el párrafo anterior
que hizo que el ritmo del libro fuera más dinámico. También esta parte de la
historia, los diálogos, tienen un estilo diferente al que estoy acostumbrada,
pero me resultó refrescante, ya que se sale del acartonado esquema de
diálogos que, en ocasiones, encontramos en las novelas históricas.
Al final, el
autor tenía toda la razón en la sinopsis, lo menos importante es quien mató al famoso
escultor, ya que el camino que se recorre esa última semana de su vida nos deja
un aprendizaje invaluable de la vida medieval, adornado con lo más pintoresco
de la vida cotidiana. Es un libro perfecto para tomarse con calma, pues la
historia lo amerita, cultivándonos y entreteniendo mientras avanzamos en la
lectura.
Los amantes de la novela histórica lo adorarán, estoy segura, aunque también los que buscan salirse de su zona de confort
con este género se llevarán una buena sorpresa, como yo lo hice.
¡Se los recomiendo!
¡Hola! Me alegro que sea una historia de la que has disfrutado. Personalmente no es una lectura que me llame especialmente la atención, por lo que en esta ocasión prefiero dejarla pasar.
ResponderBorrar¡Nos leemos!