Estimados lectores:
El día de hoy les traigo un libro corto,
muy distinto a lo que usualmente leo, y que también es difícil clasificar en un
género, lo que francamente resultó en una lectura ligera, refrescante y que invita
a la reflexión.
“La verdadera importancia
de las cosas” está compuesto por 33 relatos que resultaron de conversaciones hipotéticas
de la autora con sus cosas. Sí, con sus cosas.
Algunos, tan cortos como unas cuantas líneas; los más largos, de dos
cuartillas. Los protagonistas: objetos tan comunes como la aspiradora, nuestra
ropa, el cubo y el recogedor, entre otros.
Quizás se pregunten: ¿cómo relatos tan cortos pueden derivar en una reflexión?
La respuesta, como todo en la vida, es subjetiva.
Si ustedes, como la que les escribe, son distraídos,
sabrán que es increíblemente fácil que una cosa pase desapercibida por tu vida,
o se utilice mecánicamente sin darle mayor relevancia al asunto. Pero, de vez
en cuando, algo nos hace click, puede
ser una frase en un libro, puede ser una palabra, incluso, que nos hace
preguntarnos las cosas más absurdas, que nos hace ver bajo otra luz un simple
objeto y traerlo a la vida en nuestra mente.
¿Se emocionan las pinzas nuevas de quedarse colgadas en el tendedero? ¿Ellas también tienen sueños y aspiraciones? ¿Se pueden enamorar las cosas de distintas especies? ¿Se asustan las toallas cuando las tira el viento?
Este tipo de preguntas curiosas pudieran
parecer sinsentidos. Pero si algo aprendí en el corto tiempo que leí el libro,
es que, el imaginar es algo que resetea nuestro cerebro,
le da un choque que lo vuelve a la vida, lo pone a trabajar en otra dirección
de la que acostumbra ir, y esto se traduce en que notemos
cosas que no solemos ver. Incluso soluciones que estaban ahí, esperando
a que las encontremos.
Creo que, por lo que les he platicado, se
habrán dado cuenta de que este corto libro me gustó mucho, sobre todo por la
consecuencia positiva que le encontré después de leerlo, y es que funcionó perfecto para despejar mi mente, pero al mismo
tiempo ponerla a andar.
Algo muy notorio es la gran inspiración que invade a la escritora, y esto traspasa las páginas y llega hasta la mente del lector, que no puede evitar sino contagiarse de esta creatividad y positivismo con el que son narradas las historias. La originalidad de las reflexiones nos ayuda a desbloquear la mente ocupada, a abrirla a nuevas cosas y a distraernos de los problemas mayores que, sobre todo en estos tiempos, nos aquejan.
Les recomiendo mucho leerlo, puesto que el
tiempo invertido es cortísimo, pero se disfruta mucho. Me gustó también la
parte del libro que habla acerca de la autora, Saralamusa, pues resultó muy
esclarecedor respecto a su manera de narrar estas reflexiones de la vida
cotidiana.
¡Hasta pronto!
¡Hola! A pesar de que la premisa me parece interesante por lo original que es, no termina de llamarme la atención el concepto del libro, así que lo dejo pasar.
ResponderBorrar¡Nos leemos!
¡Hola!
ResponderBorrarMe alegra ver que te han gustado los relatos y las enseñanzas que te han dejado en su conjunto. En mi caso, no suelo leer relatos porque son historias demasiado cortas y acabo enfadándome porque necesito más historia jajaja
Besitos
¡Hola!
ResponderBorrarPues suena curiosa la historia que trata de transmitir la autora, que bueno que al final te gustara tanto y te pusiera a reflexionar, no creo que lo vaya a leer ahora, pero quien sabe en el futuro...
¡Un abrazo!