La muerte se va a Granada presenta a Fernando del Paso como dramaturgo y como biógrafo, con una increíble capacidad de síntesis y con una sensible pluma del Paso lleva al lector a imaginar los últimos días de Federico García Lorca. Dos actos y un gran final mezclan lo real y lo onírico de forma magistral para hacer un merecido homenaje, originalmente escrito y representado en el centenario del natalicio del poeta granadino, y que ahora FCE incorpora a su catálogo a los 120 años de tal fecha.
📚 Autor: Fernando del Paso
📚 Editorial: Fondo de Cultura Económica
📚 ISBN: 978-6071657732
📚 Formato: Pasta blanda, Digital
📚 Páginas: 111
Estimados Lectores:
El día de hoy les traigo un libro muy diferente a los que estoy
acostumbrada a leer, así que les pido paciencia si no atino en algún hecho
histórico o si mis pobres intentos de explicar lo mucho que me tocó este libro
no resultan suficientes.
Ya tenía rato que guardaba este libro sin atreverme a leerlo. Lo
miraba con expectativa, el género me intimidaba un poco. El hecho de que fuera
histórico también me echaba un poco para atrás, pues no me sentía
particularmente ansiosa de zambullirme en hechos históricos, que al final el
libro no tiene nada de esto. Pero, como sea, llegó el momento en que me sentí
preparada y lo tomé, y acabé leyendo todo en un mismo día. Es bastante corto, y
el estilo lo hace aún más breve, así que resultó una buena lectura para el fin
de semana.
En esta poesía redactada en formato de obra teatral, Fernando del Paso
recrea los últimos días del poeta andaluz Federico
García Lorca, más allá de los pocos hechos que se conocen de estos
momentos, llenando los espacios en blanco y trasmitiendo sentimientos y
sensaciones de una manera muy hábil.
Antes de leer este libro me vi en la necesidad de investigar un poco
acerca de los motivos por los cuales fue perseguido, encarcelado y ejecutado
este poeta, que pareciera no tener gran papel en la Guerra civil española. Al
terminar el libro que hoy les platico me di cuenta que me sirvió mucho, pues
esa misma irreverencia que nos presentan en el texto poético y la poca
importancia que le dio a los señalamientos de sus dudosas amistades, fue una de
las causas de que fuera identificado como socialista por los franquistas. Otro
motivo fue su homosexualidad, hecho que es bien resaltado en la obra de
Fernando del Paso.
Con un talento indudable, un simbolismo magistral y poesía que
trastoca y perturba el corazón, este escritor nos transporta al lado de esta
gran figura de la historia española, nos permite conocer de manera breve, pero
profunda, su vibrante personalidad y
teatralidad con la que se conducía.
También percibiremos sus temores, traducidos en bromas y
exageraciones, de ser encarcelado a pesar de la protección de su amigo Luis
Rosales, de la fragilidad de su futuro en esos momentos, y de una España que se
desmoronaba ante sus ojos.
La crueldad de sus detractores, representada de manera dramática y
hasta cómica en ocasiones, la sentimos
tan personal como si los ataques fueran a nuestra persona, lo que habla muy
bien de Fernando del Paso.
El momento histórico y su intolerancia a la homosexualidad contrasta
tanto con lo que conocemos y aceptamos ahora, en la segunda década del siglo,
que seguramente resultarán más chocantes las ofensas a Federico que lo hicieron
en 1998, que fue la publicación original de la obra. 21 años después, un lector podrá sentir aún más hiriente
este motivo por el cual se perseguía al poeta español, además de su
supuesta afinidad comunista.
Más conmovedor aún resulta el
reclamo a Dios que hace Federico en una de las escenas, en donde pide
explicaciones por sus afinidades, si Dios fue quien lo creó, si no ama nada más
que su propia imagen y semejanza. Definitivamente Fernando del Paso toma pasos
arriesgados, pero acertados, que nos pone en los pies de Federico y nos hace
reflexionar.
Podría hablar horas y analizar cada verso, pero lo que les puedo decir
es que es una obra que vale la pena leer en un momento en que se busca, más que
algo histórico, un texto que nos haga vibrar las emociones.
Al terminar, me dejó un poco
melancólica, porque sentí conocer a Federico y eso hizo que las escenas de
su encarcelamiento y muerte fueran más emotivas. ¡Espero realmente poder ver
una representación de esta obra algún día!
¡Hasta pronto!
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