Todos lo hemos visto en alguna ocasión. Han podido ser nuestros hijos o los de unos amigos, nuestros sobrinos… De hecho, es posible que tú mismo fueses el protagonista de la escena cuando eras pequeño (o incluso de mayor, ¡ejem!). Hablamos de esa criaturita que repite incesantemente «¡Es mío! ¡Es mío! ¡Es mío!», abrazada desesperadamente a un juguete que no quiere compartir bajo ninguna circunstancia. Así se nos presenta la pequeña protagonista de este álbum, que no quiere que su primo se divierta ni con su oso de peluche ni con su pelota…, y que gracias a él aprenderá una valiosa lección.
📚 Autor: Swann Meralli
📚 Editorial: Picarona (Nirvana Libros)
📚 ISBN: 978-84-9145-222-5
📚 Formato: Pasta dura
📚 Páginas: 36
📚 Precio: $270.00 MXN
Estimados Lectores:
Como podrán ver, me estoy poniendo al día con mis recomendaciones de libros infantiles, y el día de hoy les traigo uno más que tiene un propósito noble: enseñar a los pequeños a compartir.
Alrededor de los 2 hasta los 6 o 7, los pequeños pasan por una etapa bastante posesiva y territorial que viene desde el instinto más profundo de su cerebro en crecimiento, y aunque suele ser un problema que se soluciona con la madurez emocional natural, con este libro podemos darle una ayudadita.
"Es mío" trata de una pequeña niña de 3 o 4 años, que recibe la visita de su pequeño primo, que en su infinita inocencia y amplia curiosidad, intenta jugar primero con el osito de peluche que tiene su prima.
Pero POR SUPUESTO que la pequeña no iba a permitir eso ¡se trataba de su juguete!
Después de arrebatarselo sin ningún miramiento, el primito en cuestión corre a buscar otro juguete, que también le es arrebatado, y repite la operación varias veces hasta acorrarlar en un rincón todos sus juguetes.
El pequeñito se distrae fácilmente con un pañuelo (bendita edad), que asumo no era de la niña, y se muestra de lo más divertido, haciendo sonidos y moviéndolo para que ondule en el aire. Es hasta este momento que la pequeña egoísta se interesa por algo más, y aprende que compartir tiene su lado bueno.
En general, es una historia que me gustó por lo real de la situación. Teniendo dos chiquitines en esta etapa, termino haciendo de réferi en muchas ocasiones, mediando y otorgando turnos, en lo que (espero) se vuelve algo natural en ellos. Vean el off-topic para encontrar unos consejos que me parecieron muy interesantes.
Las ilustraciones son muy bonitas y coloridas, y me gustó sobre todo la expresión de la pequeña que NO es nada atractiva, ya que el propósito, quiero suponer, es que los niños se den cuenta de lo feo que puede verse un niño egoista en plena crisis.
En lo particular, el mensaje me fue bastante útil, y espero salir pronto de esto ilesa. Cuando menos físicamente.
Es un libro que recomiendo a todos los padres con niños que comienzan esta etapa, podrán reconocerlos cuando empiezan a decir MI, MÍO antes de cada objeto o persona que señalen, y créanme que se darán cuenta cuando estén en medio de una crisis.
Nota para los padres de hijos únicos: no hagan lo que hice yo, mi hija estuvo sin hermanito casi por cuatro años, y durante este tiempo, en el que no tenía primitos de su edad con quien jugar, prácticamente no le dediqué nada de esfuerzo a inculcarle el compartir. La consecuencia fue que cuando nació su hermano, todos los berrinches que no había tenido antes porque no tenía quien le quite sus juguetes se acumularon en una explosión sorpresa. Idealmente, les recomendaría a ustedes más que nadie que compren este libro, para que no se vean en la penosa experiencia de tener que disculparse por un hijo egoísta cuando entre a la escuela.
¡Recomendadísimo!
Solo porque este tema es mi mero mole en estos días, ya que mis dos hijos están en el rango de esta cansada etapa, y sé que es terrible y parece no terminar nunca, les dejo estos 10 consejos sacados de la página conmishijos.com que me parecieron muy sensatos y prácticos:
- Déjale muy claro lo que es suyo, lo que es de todos, lo que no se puede tocar... Hazle ver las ventajas de compartir: es más divertido jugar todos con todos los juguetes que cada uno solo con el suyo.
- Establece turnos claros y justos para evitar conflictos.
- Sugiérele distintos modos de compartir (intercambiar juguetes, prestar libros, repartir chuches...)
- Déjale que se esfuerce: permite que de cuando en cuando tenga iniciativas generosas; más adelante, podrá hacer algún regalo con el dinero que ahorre...
- En las ocasiones en las que vosotros estéis compartiendo o cediendo, explicadle lo que estáis haciendo y lo contentos que os sentís al hacerlo.
- Aprovecha las Navidades, su cumpleaños o alguna campaña, para que elija juguetes en buen estado y pueda obsequiar a otros niños que quizás no tengan su suerte.
- Cuando le cueste compartir, recuérdale lo contentos que se pondrán los demás y lo bien que te sentirás tú al saber que él va a disfrutar.
- Hazle saber si estás colaborando en labores sociales, formativas o benéficas
- Proponle encargos para favorecer que salga de su egocentrismo y se entregue a los demás aprendiendo a valorar y a compartir su tiempo y su esfuerzo.
- Ten constancia a la hora de fomentar su generosidad, aunque parezca que no se avanza nada.
¡Espero les sirvan!
Un tema bastante complicado cuando tenemos hijos ene se rango de edad, así, excelente recomendacion, y así las lecturas antes de dormir, son entretenidas y educativas jaja. Gracias por la recomendación
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