El códice Voynich - Iván Incerti Morales

Es el año 1954, en una Europa que aún está recuperándose de los daños de la Segunda Guerra Mundial.

Vincent Arcadio, un detective cotidiano que habita en la ciudad de Tánger, recibe la visita de Nicole, una mujer atrevida, seductora y con suficiente dinero como para pagarle por adelantado. Le habla del manuscrito Voynich, uno de los secretos más herméticos del último siglo, y del inicio de su búsqueda por parte de varios grupos.

Varios agentes y espías de la agencia para el estado mayor (SIAEM), entrarán también en el juego, chocando con el detective en sucesivas ocasiones.

Por otro lado, en una apartada Berlín cubierta de frío y de destrozos por la guerra pasada, una chica joven va a la Universidad para trabajar junto a su mentor en un código extraño. De repente, todo su círculo de confianza desaparecerá, viéndose perseguida por Alemania, Francia y España por algo que ella desconoce.

Una novela negra con todos los ingredientes de acción,persecuciones, disparos y ambientación sesentera.

Aquel que descifre el código Voynich, será el conocedor de una verdad única.

Autor	Iván Incerti Morales
Editorial:	Autopublicado
ASIN	B0732YFGGW
Formato	Digital y Tapa blanda
Páginas	492
Sitio web del autor	http://www.ivanincerti.com/
De venta en:	Amazon

Ejem. Tengo que iniciar diciendo que este libro lo estoy leyendo desde hace dos semanas, y la razón por la que me tardé tanto no tiene que ver con el libro en sí, sino con algunos factores externos que han menguado mi concentración, y esta historia sí que lo amerita. 

¡Pero bueno! Por fin lo terminé y algo que quiero decir es que el libro me ha fascinado. Es de admirarse todo el proceso investigativo que seguramente está detrás de la historia de casi 500 hojas. Vemos de manera muy fluida varias caras de la historia, que están conectadas por un mismo objetivo: El códice Voynich, un misterioso manuscrito escrito en un idioma que nadie ha podido descifrar (vean mi sección de Off-topic al final para aprender un poco más al respecto).

Conozcamos a los principales personajes:

Primero vemos a Vincent Arcadio, un detective español que vive en Tánger que posee un humor irónico y ha sido contratado por Nicole para localizar el códice, y aunque no ha sido involucrado de manera voluntaria en un principio, después seguirá con la investigación guiado por su alto sentido de justicia.

Por el otro lado, los espías españoles, liderados por Anthony, persiguen todas las pistas que se puedan para dar con el Códice. En cierto momento de la historia se vuelven los "malos" que persiguen a Vincent y Nicole. Pongo en comillas porque, con mucha habilidad déjenme decirles, Iván Incerti nos muestra el lado humano del grupo de espías: sus convicciones, personalidades y deseos quedan plenamente definidos.

En otro extremo, y sin idea de nada de lo que está sucediendo en Tánger y en París, está Faiga originaria de Berlín, una chica universitaria de inteligencia superior que se ve envuelta en todo esto al trabajar en conjunto con uno de sus profesores descifrando el Códice Voynich. Las circunstancias la harán viajar a Paris, donde huye de la tragedia que sufrió gracias al infame manuscrito, y se volverá el foco de atención de todos los grupos, para su desgracia.

Estos tres lados principales de la historia convergen en numerosas ocasiones, con escenas plagadas de acción y suspenso.  Déjenme advertirles: este no es un libro para terminar en una sentada, es un libro que querrán disfrutar tranquilamente mientras se deleitan en la trama.

Las partes de acción están tan bien redactadas, que llega el momento en que dejas de ver palabras y comienzas a ver las escenas en tu mente, lo que lo hace un libro que vale la pena leer y disfrutar.

La narrativa es muy dinámica, tiene la proporción perfecta de diálogo y descriptiva, que nos permite adentrarnos en la mente de los personajes, y a la vez no nos perdemos en pensamientos de relleno gracias al diálogo, que con una ejecución perfecta expresa la personalidad única de cada personaje. Vincent siempre con un comentario sardónico en la boca; Nicole, comedida y seductora cuando quiere; Anthony analítico y suspicaz; Faiga es la única "persona normal" del asunto, metida a la fuerza en el tema. Me parece que no muchos escritores logran esto, ya que aunque parezca fácil, es muy difícil separarse de nuestra propia voz al escribir, para que a través de las letras hablen los personajes.

A pesar de tener una inmensa cantidad de información acerca del manuscrito y su historia, y de contar con una trama de muchas vertientes, el libro es sorpresivamente fácil de seguir, lo que usualmente en otras historias nos hace voltear las páginas y regresar para ver quién era quién, en "El códice Voynich" se me hizo muy fácil continuar la trama, tal como si se viera una película, y se puede identificar al personaje a simple vista, en este libro la voz única de cada personaje los hace memorables y singulares.  En mi caso tenía bien claro en mi cabeza a cada uno.

En cuanto al final no comentaré más que tiene un giro sorprendente, me dejó realmente con la boca abierta, pero como prólogo que bien pudiera continuarse en otro 

En resumen, disfruté mucho el libro, le agradezco inmensamente al autor por regalarme una copia e introducirme a esta historia donde tanto la trama como los personajes son inolvidables.

Por cierto, no olviden leer la siguiente sección que es una página que encontré mientras buscaba información acerca del Manuscrito Voynich.

Este libro picó mucho mi interés, porque el objeto de deseo de todos los personajes, el códice Voynich, realmente existe. Indescifrable hasta el momento, todavía no se convencen si se trata de un libro con lenguaje real o una elaborada broma.

Lean un poco más al respecto:

Foto del códice Voynich. Fuente: National Geographic

Los manuscritos y textos cifrados que se conservan son muchos, y todos han sido descifrados con relativa facilidad analizando sus códigos, en general bastante simples. Con una excepción. Existe un códice cuyo contenido nadie ha sido capaz de desvelar: el Voynich, el manuscrito más extraño del mundo. O al menos no del todo.

En la actualidad, el Voynich se guarda en la Biblioteca Beinecke de libros y manuscritos raros de la Universidad de Yale. Escrito sobre vitela (pergamino fino), con un total de 232 páginas. Los análisis mediante carbono 14 han permitido datar la elaboración del pergamino entre los años 1404 y 1434. La letra es del tipo cursiva humanística en caracteres latinos, usada en Europa occidental entre mediados del siglo XV y comienzos del XVI.

¿De dónde viene el manuscrito Voynich?

La primera noticia de la existencia del Voynich data de 1580, cuando el emperador Rodolfo II de Habsburgo, muy interesado en las ciencias ocultas, la magia y las rarezas de todo tipo, lo adquirió por la elevada suma de 600 ducados a los ingleses John Dee –un mago que decía comunicarse con los ángeles mediante unas piedras– y Edward Kelley, un embaucador.

Foto de Wilfrid Voynich. Fuente: National Geographic

 En el siglo XVII el manuscrito pasó por varias manos hasta quedar depositado en el convento franciscano de Mondragone, en Italia, donde en 1912 lo compró el tratante de antigüedades Wilfrid Voynich, de quien toma el nombre. En 1931, su viuda lo vendió a un anticuario neoyorquino, Hans Peter Kraus, que no consiguió revenderlo y terminó regalándolo a la Universidad de Yale en 1969.

Desde el siglo XVI, muchos investigadores han tratado de descifrar el Voynich.  Lo analizaron expertos estadounidenses en gliptografía (estudio de las inscripciones sobre piedra) aplicando algunas técnicas experimentadas en la segunda guerra mundial, y filólogos profesionales y aficionados. Todos fracasaron.

Sin embargo, hasta este momento, ante la aparente incoherencia del Voynich se ha sugerido que se trata de una broma o una estafa. Se ha especulado que fue el propio John Dee, mago, matemático y aficionado al ocultismo, quien hacia 1580 lo creó junto a su socio Edward Kelley, que ya había sido procesado en Inglaterra por falsificar documentos; en suma, que se trataba de un timo para engañar al emperador Rodolfo II y sacarle una buena cantidad de dinero.

Mapa astrológico/astronómico.
Fuente: National Geographic

Ante la imposibilidad de traducir su contenido, Gordon Rugg, profesor de Psicología de la Universidad de Reading, insistió en 2000 en la teoría del fraude. Pero la tesis presenta un problema: el manuscrito ya existía un siglo antes de que Edward Kelley lo hubiera podido falsificar. Y si se trataba de una broma, el autor se tomó muchas molestias.

En resumen, aunque sí se han hecho ciertos adelantos al respecto, el Voynich no tiene traducción alguna en ningún idioma conocido, ni se ha hallado la clave que haga posible su comprensión, si es que existe. Además, la disposición de lo escrito no responde a las normas que rigen la estructura semántica de cualquier idioma: muchas palabras se repiten, en ocasiones hasta tres veces en la misma línea y quince en la misma página (por ejemplo "ollcet, ollcetcius, ollcetcius..."). En cambio, sí respeta algunas normas formales, como que está escrito de izquierda a derecha, aunque carece de signos de puntuación –algunos párrafos van precedidos de estrellas y asteriscos–. El texto también cumple la llamada ley de Zipf, que señala que "en las lenguas conocidas la longitud de las palabras es inversamente proporcional al número de veces que aparecen".

Quizás el mayor misterio gráfico que presenta es que parece escrito por una sola mano, con trazo fluido y seguro, letras homogéneas y muy regulares, prácticamente idénticas, sin un solo error, algo extraordinario en un manuscrito. ¿Se escribió usando una plantilla o un sistema de matrices para trazar letras y palabras? El enigma quizá nunca se resuelva."

Imagen de las páginas del Códice que contienen plantas no existentes actualmente (o anteriormente)
Fuente: National Geographic

Fuente: National Geographic